July - July

July fue una banda de psicodelia británica creada a finales de los 60. Aunque en un comienzo fueron una banda de skiffle y posteriormente de R&B, en 1968 confeccionaron un único LP homónimo que dejó destellos de lisergia mezclada con adornos blues y pop. Sus mayores éxitos fueron My Clown y Crying Is For Writers. Tras la edición del disco, los miembros del grupo escogieron caminos distintos dejando de lado este proyecto.
El álbum comienza con el mayor éxito de la banda, el ya comentado My Clown. Calificado como uno de los hits de la psicodelia británica, destaca por sus teclados espaciales, su melodía vocal ( cargada de efectos), la introducción de instrumentos exóticos (el sitar, entre otros) y los ácidos riffs en las cuerdas.



Dandelion Seeds, el segundo tema del disco, es un vaivén desde la base: teclados que se pierden y regresan, rupturas del ritmo introduciendo guitarras rítmicas y una onírica pero sencilla percusión.
El núcleo central del disco, así como los temas añadidos en sus posteriores reediciones, nos muestran un pop psicodélico sin grandes alardes y que sirven para poco más que para rellenar. Temas como The Way, To Be Free o You Missed It All son escuchables pero no alcanzan una categoría más elevada.
Sin embargo, Crying Is For Writers es un tema más en la línea de My Clown: una guitarra con efectos de phaser y wah-wah que rozan la saturación y unos vocales sin gran fuerza pero sugerentes.
El grupo tardó poco en disolverse y parte de los miembros recalaron en Jade Warrior; Alan James terminó siendo un reputado músico de estudio, llegando a trabajar con artistas como Cat Stevens. Por su parte, Tom Newman, el vocalista de July, se convirtió en ingeniero y técnico, participando en discos como el Tubullar Bells, de Mike Oldfield.
Un disco de colección para los amantes del rock psicodélico.

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Fuzzy Duck - Fuzzy Duck

Navegando por el archivo del amigo Sapo Pasuche me topé con Fuzzy Duck, un grupo de culto de rock progresivo del que poco, por no decir nada, se sabe. Su único y homónimo disco, es una delicia para los amantes del rock con potentes órganos hammond al más puro estilo Uriah Heep, Atomic Rooster o los ya comentados Black Widow.
Lanzado en 1971, Fuzzy Duck es un LP creado con simpleza pero con virtuosismo. Sus ocho pistas originales ( ahora podemos disfrutar de cuatro más, gracias a las reediciones de Akarma) desprenden originalidad por los cuatro costados. Los solos y vuelos de los instrumentos fuera de la arquitectura y el ritmo son constantes, originales y, sobre todo, desarrollados con gran técnica.
El disco comienza con Time Will Be Your Doctor, un tema que comienza con una base r&b que pronto cambia en un hard rock del que despegan una magnífica guitarra primero y un maníaco hammond después.
Mrs. Proud es uno de los destacados del disco. Frenético desde el principio, el tema es una amalgama de cabalgadas de un potente ritmo que no descansa gracias al incombustible Paul Francis a la batería.
More Than I Am, el corte número cinco, es un magnífico corte rock. El peso del ritmo descansa esta vez sobre Roy “Daze” Sharland, al que escucharemos “duckear” en A Word From Big D.
Country Boy, es el mejor tema del disco. Con una arrancada capitaneada por el bajo de Mike Hawksworth (anteriormente en Andromeda), la canción se adentra en peligrosos riffs de guitarra que mezclan rock duro y ciertos ecos blues. Una tonada indescriptible en la que todo el grupo participa dando el 100% de técnica, virtuosismo, potencia…y descontrol. Puedes escucharlo a continuación:



El disco original se completa con Just Look Around You, Afternoon Out y In Our Time. Gracias a las nuevas reediciones podemos escuchar 4 temas inéditos: Double Time Woman, Big Brass Band, One More Tour y la soberbia No Name Face.
Un grupo de culto que solo dejó este brillante LP, recuperado en 2002. Imprescindible para amantes del progresivo y el hard rock.

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Cultura Profética - Ideas Nuevas

Las revoluciones musicales siguen existiendo aunque no con la frecuencia de las décadas pasadas. Uno de los casos más sorprendentes es el de la banda puertorriqueña Cultura Profética. Su reggae, con influencias de gran variedad de estilos, supone una renovación y, a la vez, una vuelta al sonido más pegajoso y cadente. Sus líricas, tremendamente politizadas, versan sobre aberraciones como la decadencia política, Vieques, o la naturaleza del hombre. Tras doce años en la escena, cuatro discos de estudio y dos directos ( uno de ellos tributo a Bob Marley), el grupo liderado por Willy Rodríguez —bajista y cantante— y Boris “El Mono” Bilbraut — batería y cantante— es más que un referente en el reggae de habla hispana. Sus discos son un compendio del buen hacer, y es que Cultura es una formación de virtuosos musicales con conciencia.

Ideas Nuevas, su segundo disco, es el culmen de su época más reggae, aunque siempre mostrando su brillante eclecticismo musical con aproximaciones al jazz o a la bossa nova. Editado en 2001, fue producido y mezclado por Errol Brown en los estudios Tuff Gong (que había estrenado Judy Mowatt). Sus 75:36 minutos de historias en sonido comienzan con La Otra Galaxia, una instrumental cargada de arreglos y con una pesada carga emotiva. Dispónganse para cerrar los ojos, el disco despega.
Ideas Nuevas, canción que da título al disco, es una crónica de la contracultura, un llamamiento a la inteligencia del ser humano frente al borreguismo que pregonan los líderes mundial. Su estribillo reza lo siguiente:

“Hay que aprender a desaprender

no es contradicción, es enmendarse.

No todo lo que se ve es realidad,

no todo lo que se escucha es la verdad

Debemos aprender

que no todo lo que se enseña nos hace crecer”


Tras este himno aparece Suelta Los Amarres, en colaboración con Guillermo Bonetto, líder de Los Cafres. Su ritmo reggae, adornado con preciosos arreglos en los teclados, una arenga que nos anima a liberarnos de las ataduras y convenciones de la sociedad para ser libres.
Tras Rompiendo el Letargo, está No Me Busques, una composición con toques de salsa en los vientos y el piano —una constante a lo largo de toda su discografía— en la que el grupo muestra su humildad e independencia respecto a la sociedad del progreso en la que vivimos.
En La Plaga, un apocalíptico pero renovador sueño, aparece por primera vez la voz de Boris Bilbraut, también batería de Cultura Profética. Los adornos y florituras de Eliut González en las guitarras, y los preciosos solos de saxo hacen de La Plaga, una de las canciones referencia del disco. “El Mono” también aparecerá a la voz en Siento y en So Much Trouble In The World, una curiosa versión del hit de Marley, en el cual aparece Bernard Collins (Abyssinians).
Tras el tema ska Mr.Swin y el Tres Pasitos Jazz Ensemble aparece Soldado, una de esas historias de sonido que el grupo nos anticipaba en la contraportada; una de esas historias de soldados antibelicistas que no desean la guerra nunca más.
Meditación Lunar es, por su mezcla de fantasía y misticismo, una de los grandes temas del disco, aunque no es un referente en el directo de la banda. Impregnado de bossa nova, el ritmo deja fluir la voz de Willy mezclándose con destellos de todos los miembros de la banda, en especial para la trompeta, para rematar, en pleno derroche de sentimientos, con una voz femenina tan dulce que deja extasiado al oyente. Sublime.
El disco se cierra con Diario, un tema que va desde un ritmo tribal nyahbinghi hasta un reggae roots que abrirá, a modo de guiño, su siguiente disco titulado igual que este tema.
Ideas Nuevas es, desde que lo escuché por primera vez hace más de 6 años, un referente en mi biblioteca musical. Y es que el sentimiento, la invitación a pensar y la magnífica aportación musical te matan y reviven tema tras temas. Ya lo dicen ellos mismos: “Si las emociones matan, deben también curar”.

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