Black Widow - Sacrifice

A medio camino entre el hard y el rock progresivo, el grupo Black Widow lanzó un proyecto ambicioso que fue deshaciéndose paulatinamente por el infortunio y la falta de fe. Aunque no llegan a la calidad de grupos como Jethro Tull, Black Sabbath o Coven, su primer disco, Sacrifice, dejó para el recuerdo varios temas con marcadas letras satánicas, una buena sección de viento ( representada por flauta y saxo) y el fantástico órgano hammond de Zoot Taylor, a medio camino entre Jacula y Deep Purple.

Black Widow nace a mediados de la década de los sesenta en Leicester. Llamados en primer lugar Pesky Gee, obtuvieron, gracias al festival de la isla de Wight, el reconocimiento necesario para fichar por la CBS. Pronto comenzaron a recopilar material para grabar su ópera prima que vería la luz en 1970: Sacrifice.
El disco comienza con In Ancient Days. Su perturbador órgano va in crescendo con el paso de la introducción demostrando el dominio técnico y musical de Zoot Taylor. Tras la ruptura del hammond, nos encontramos con un tema épico —una batalla entre civilizaciones antiguas— en el que la voz de Kip Trevor queda opacada por la instrumental.
Tras Way to Power llega Come To The Sabbath, el mayor éxito del grupo, compuesto por Clive Jones. La arquitectura instrumental del tema se mezcla con una letra que ansía el conocimiento del poder de Astaroth y que exalta al sacrificio de los cuerpos. De hecho, durante sus actuaciones en directo, el grupo contaba con una performance realizada por la compañía teatral de su ciudad, en la que solían representar el sacrificio de una virgen desnuda.
Pasamos por alto Conjuration y Seduction, dos temas menores que pasan sin pena ni gloria, para llegar a a Attack Of The Demon, un corte más hard rock, en el que destaca la flauta de Clive Jones y el hammond al más puro estilo Fuzzy Duck.
Por último, aparece Sacrifice, tema que da nombre al disco. Este pasaje con pinceladas jazz de más de 11 minutos de duración cuenta, de nuevo, con la aparición de Jones y Taylor con elementos destacados en vientos y órgano, respectivamente.
A pesar de no ser un álbum excelente, significó un pequeño avance para el doom más extendido. Una pequeña joya que nació de un grupo, quizás, demasiado irregular. Las desavenencias con su sello, CBS, y la mala prensa que tenia el grupo ( se rumoreaba que seguían los consejos de Alex Sanders, un brujo ocultista) les hizo perder una gira por E.E.U.U. Las constantes comparaciones con Black Sabbath, grupo que talonearon en varias giras, tampoco ayudó a que el grupo continuara en su estilo. Fruto de esto, el grupo comenzó a resquebrajarse: tras la publicación de Black Widow II, el auténtico líder y compositor del grupo, Jim Gannon, lo abandonaba dejándolo a la deriva. La suma de todos estos detalles tuvieron como consecuencia la pérdida del contrato con su discográfica y la desaparición del grupo tras su último LP, Black Widow IV, autoproducido por la banda.
Un disco no imprescindible, pero si necesario para aquellos que disfruten del rock progresivo y el hard rock oscuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos!!!

Estuve revisando tu blog!!!!...y me sorprendi por unos discos que estaba buscando!!!!...grax por los aportes, espero que dia a dia nos regales buenos y magnificos discos de ORO!!!

bye y buenas vibras!!!

P.S(Te linkeo a mi blog)

Anónimo dijo...

magnificos discos de ORO

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